jueves, 7 de marzo de 2013

Dejame que te cuente cuente II

¨Algunas de las ideas que forjaban mi mente, y sobre todo algunas de las ideas que me abrumaban, me dejaban triste y abatido¨
Por aquel entonces, yo me quejaba todo el tiempo, no sabia que pasaba. Tenia la extraña sensación de que los demás no eran dignos de confianza; Así que salí temprano en la mañana dispuesto a encontrar algo que me hiciera cambiar. Cruze la calle como todas las mañanas cuando me dirijia al centro y pude ver un niño de aspecto opaco sentado en el final de un sube y baja como los que solía montar con mi hermano Carlo cuando eramos unos crios. Me le acerque lentamente como si buscara a alguien y le dije:

- ¡ Eh ! ¿no es muy triste jugar solo Carlo?

Por alguna razòn le habia dicho el nombre de Carlo al pequeño niño que ahora me miraba con toda su atención  aùn sin haberme presentado, me invito a sentarme al otro extremo de la tabla y disfrutar el panorama vacio de un parque a la madrugada. Obviamente el peso mio era mayor, asi que debía hacer saltos para poder subir, pero era suficiente para mi verlo reír tan euforicamente; De la misma manera que Carlo lo hacia antes de su enfermedad, el recuerdo me detuvo y agache la mirada con tristeza mientras el niño se encontraba muy arriba mirandome aùn fijamente, casi sin expresion, me dijo:

- Mi hermano murió la semana pasada, yo venia aqui con el a jugar, pero ahora juego solo. Tu te ries como el lo hacia. Que raro es...

Sus palabras fueròn como un golpe en lo màs profundo. Un nudo me corto la voz y no pude hacer nada mas que llorar, llorar hasta que el sol alumbro y la sombra de la madrugaba se había desaparecido. Luego, mire al pequeño que  observaba desde arriba del paisaje; pero ya no se encontraba, en su lugar, habia escrito en la silla de madera con un color negro que parecía echo por carbòn:

- Carlo

 Las ultimas lagrimas calleron sobre sus letras, destiñendolo un poco, luego me di cuenta que era inutil llorar y me seque la cara. Con una piedra escribi mi nombre en la otra silla, de un solo trazo, casì perfecto con la mismas letras chuecas y desproporcionadas que tenia cuando hiba a la escuela con mi hermano. Recorde que debia ir a donde Mama que hace mucho no visitaba, regrese a casa sin afàn con un sentir vació que solo podia tener la vida.


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